El artículo describe la encrucijada del actual gobiernoy del sistema político uruguayos, ante un panorama decrisis que ha trastornado y abolido el idílico paisajesocial del país. Por un lado la gestión de Jorge Batlle estácada vez más aislada y carente de iniciativa política, unvacío que tiende a adelantar el clima comicial para uncambio de gobierno que sin embargo se efectuará dentrode 20 meses. Por otro lado, se acentúa la fragmentaciónpolítica y con ello la puja por encabezar los espaciosideológicos mientras los desafíos precisan de un acuerdomínimo multipartidario para encarar las iniciativas dereconstrucción social y económica más urgentes. Unprograma común para esta última etapa de la actualadministración desdramatizaría también un eventualtriunfo, hasta ahora más que probable, de la izquierdaen las elecciones de 2004.