La coyuntura actual de las Antillas Neerlandesa y Aruba ilustra, a la vez, la insularidad exacerbada que contribuye a impedir una acción concertada y eficiente entre las nuevas entidades políticas que están conformándose en el Caribe, los efectos dañinos de la crisis del sistema económico internacional sobre economías totalmente abiertas y dependientes y los problemas ocasionados por la persistencia de una política colonial errada. La comprensión de estos tres aspectos - tendencia a la fragmentación de los Estados multiinsulares, crisis económica internacional y errores de la política colonial holandesa - resulta necesaria para aprehender, aunque sea en parte, la compleja situación de las islas caribeñas de habla holandesa hoy en día. Mientras el primer aspecto tiende a favorecer la experimentación con formas de articulación política novedosas, el segundo y el tercero constituyen obstáculos que conspiran para frustrar la búsqueda de una vía alternativa propia. De esta manera, confluyen en la coyuntura actual tendencias ambivalentes que dependen, a su vez, de factores estructurales y coyunturales.