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NUSO Nº 52 / Enero - Febrero 1981

Eurocomunismo: una opinión laborista

El Partido Laborista Británico está lanzando una nueva serie de folletos políticos. El primero de ellos, cuyas conclusiones publicamos a continuación, enfatiza la importancia del diálogo entre socialistas y comunistas en Europa Occidental. El ex-secretario de relaciones exteriores, doctor David Owen, dijo en su discurso conmemorativo de Hugh Anderson, en 1978, que "no deberíamos usar" el término Eurocomunismo porque "tiende a hacer que la gente olvide sus facultades críticas, evite analizar seriamente el fenómeno, país por país, y que se refugie en generalidades". Sin embargo, han surgido temas comunes. Observamos que todos los partidos conocidos como "eurocomunistas", si bien continúan usando el nombre de "comunistas" y reclamando continuidad con partidos fundados luego de la revolución rusa como secciones de la Internacional Comunista, rechazan categóricamente el modelo de la revolución rusa y también la disciplina internacional que fue la razón de ser de la Comintern. Aunque aceptan en su mayoría que la sociedad soviética es "socialista" en cierto sentido, por lo menos (Carrillo incluso cuestiona esta afirmación), insisten que el "socialismo" que pretenden construir ellos en sus respectivos países es completamente diferente del que existe hoy día en la Unión Soviética y Europa Oriental e insisten también en el derecho de cada partido comunista a formular sus políticas en forma totalmente independiente de Moscú u otras capitales con pretensiones de ejercer un "papel de guía".

Eurocomunismo: una opinión laborista
Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad 52, Enero - Febrero 1981, ISSN: 0251-3552


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