Partidos políticos  Problemas presentes (74 / Septiembre - Octubre 1984)
Nº 74 — Septiembre - Octubre 1984

Partidos políticos
Problemas presentes

En los países latinaoemericanos se están produciendo cambios que conducen a una redemocratización de su vida política, que lleva a que los partidos políticos vuelvan a adquir legitimidad y un espacio junto a los movimientos sociales y los sindicatos. Dentro de este contexto, se les planta el desafío de reformular sus tesis políticas y sus bases programáticas para revalorizarse frente a la opinión pública y reconquistar su confianza.

Análisis de coyuntura

Libros y autores

Política-Economía-Cultura

Experimentar es vivir... ...el Socialismo en Hungría

En ciertos círculos se "ha puesto de moda" reflexionar y entregar información sobre la experiencia húngara de la construcción del socialismo. Principalmente es en la prensa occidental donde aparecen artículos que enfatizan la particularidad de nuestros rasgos. Sus lectores, por cierto, se ven invadidos por una rara sensación cuando advierten que en cada uno de estos artículos se expresan opiniones personales, bien del entrevistado, o bien del periodista. Falta, por el contrario, la "opinión oficial", por así decirlo: falta el reconocimiento de nuestra "diferencialidad" por parte de las instituciones y organismos responsables del gobierno húngaro. Es más: nuestros dirigentes en más de una oportunidad han declarado que no existe un "modelo húngaro". Cuando - a pesar de todo - cumplo con la amable petición de la revista "Nueva Sociedad" y me dispongo a destacar algunos fenómenos y experiencias particulares del proceso húngaro, estoy consciente de los peligros que encierra la naturaleza subjetiva de mis opiniones. En especial, debido al hecho de que hace más de dos décadas vivo una "doble vida": como investigador de América Latina he informado a mis compatriotas, a través de numerosos libros, acerca de cuestiones relacionadas con la historia moderna de este continente; al mismo tiempo, me he preocupado de dar a conocer la realidad de mi patria a los latinoamericanos. Esto influye, naturalmente, en la forma de disquisición del tema enunciado. (Nota del autor)

Tema central

Binomio perfecto: Gobierno y partido. El Sistema de Partidos en México

En este trabajo se intenta resumir y explicar el sistema mexicano, con énfasis en sus partidos y, en particular, en el Partido Revolucionario Institucional - caso probablemente único en el mundo capitalista -. La estructura de poder que representa el PRI - gobierno - pese a su desgaste - sólo podría compararse con el caso de la Unión Soviética, en la inteligencia de que México es un país capitalista, subdesarrollado y dependiente. Contra lo que varios autores creen, aquí se ha tratado de demostrar que en México ha habido una notable continuidad en el régimen político posrevolucionario, pese a que los estilos de gobierno han sido muy distintos. Primero (de 1920 a aproximadamente 1934), se logró la supeditación de los militares inconformes y de los caciques locales al poder central, al mismo tiempo que no se descuidó la derrota de las fuerzas reaccionarias y de los trabajadores. Luego, desde el gobierno de Cárdenas, el énfasis ha sido puesto en la subordinación de los trabajadores a las políticas estatales con el objeto de favorecer la acumulación de capital en la estabilidad política. A pesar de la antigüedad de este sistema de partidos, de autoritarismo, de democracia restringida y de la crisis económica actual - la más profunda en décadas -, no hay indicios para suponer un colapso del régimen, aunque sí se percibe su deterioro. Tal fuerza podría deberse a la institucionalización - y expropiación estatal de la mayor parte de la sociedad civil y, obviamente, de la revolución pasada.

De la ideología a la política. El APRA y la Socialdemocracia en Acción Democrática

El análisis de las bases político-ideológicas de los dos partidos más arraigados en sus respectivas realidades, APRA del Perú y Acción Democrática de Venezuela, pone especial énfasis en el caso adeco, buscando sobre todo las relaciones de AD con las grandes corrientes del pensamiento político de su tiempo. Mientras el desarrollo del APRA está descrito desde el marxismo al aprismo y desde la resistencia a la oposición y de allí al poder, AD por su parte está percibida en su proceso histórico desarrollándose desde la ideología a la política y desde la resistencia al poder. Así niega el hecho de que AD surgiera inicialmente del marxismo para luego derivar hacia la socialdemocracia, que su nacimiento se hubiera inspirado en el APRA y, mucho menos, que derive directamente de la socialdemocracia. Y sin embargo, se detectan rasgos leninistas en AD en lo que se refiere al modelo organizativo del partido, una huella más indeleble aprista en lo relacionado con su índole sociológica, su raigambre cultural, la priorización de lo nacional y lo sustantivo latinoamericano, y por último una huella de la socialdemocracia moderna alusiva a ciertas reformas sociales sobre la base de la preservación del sistema político institucional democrático. Esa lucha por la democracia y el problema de la cogestión como parte de un modelo alternativo frente al capitalismo, deben ser considerados como problemas principales para el encuentro de AD con la socialdemocracia.

La estabilidad del equilibrio inestable. El Partido Revolucionario Dominicano como Partido Popular o Gobernante

En 1978, República Dominicana inició un proceso de construcción de la democracia después de una larga tradición autoritaria. Presidido por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), dicho proceso constituye la más duradera experiencia democrática del país. Empero, las características del partido de gobierno se inscriben hoy dentro de un panorama de bloqueo de la democracia. A diferencia de las formas de representación política socialdemócratas y populistas, en el PRD no ha existido una representación de las clases populares como fuerzas organizadas, por lo que no puede hablarse de una incorporación de la clase obrera como \"clase-apoyo\" en función de una subordinación a directrices partidarias y estatales que le abra un espacio de participación en la toma de decisiones. Relacionado con una sociedad civil sumamente atomizada, en la que una tradición autoritaria prescribió la organización de las clases populares, el PRD representa al \"pueblo\" de manera genérica y amorfa. Así, las élites políticas del partido, una vez en el Poder del Estado, se autonomizan crecientemente de sus \"representados\". Dentro de una crisis de representatividad, la ausencia de mediaciones organizativas con las clases subalternas que permitan a éstas ejercer presiones sistemáticas, permite que los \"intereses creados\" se constituyan como dominantes en la toma de decisiones. La \"lucha de tendencias\" se verifica como una lucha no programática, \"desideologizada\", por controlar cuotas de poder. Resultante: una pirámide de poder basada en el clientelismo - y no en la representación de clases - que, junto a una política económica autoritaria, reduce de más en más la democracia a las elecciones cuatrienales.

La realidad escíndida. El Partido del Interior y del Exilio

Debido al trauma histórico de un golpe de Estado, muchos partidos han vivido o viven dos realidades: la del partido interno y la del segmento en el exilio. Pasada la primera etapa donde los dos segmentos luchan por su sobrevivencia adaptándose a la nueva realidad cruel tanto en el país como en el exilio, surgen contradicciones y signos de esta \"realidad escindida\". Si bien el trabajo toma como punto de referencia la experiencia chilena, se pueden generalizar sus observaciones. La contradicción entre la dirección formal (muchas veces en el exilio) y la dirección real radicada en el país pone especial énfasis en un cuidadoso y delicado manejo de los problemas de comunicación entre los dos segmentos como también en el manejo de los recursos. Una vez recompuesto el partido del interior hay que trabajar el desfase entre el exilio y el país homogeneizando la comunicación y creando el máximo de mecanismos de participación hacia los militantes del exilio. Ellos experimentan, ante la creciente pérdida de sus referentes sociales y culturales naturales, la superposición de la tendencia a ir adquiriendo aquéllos que son propios de la nueva situación. El cansancio político, la apatía, el desencanto y la frustración, pero también exigencias de supervivencia material, espiritual e intelectual, que llevan a una mayor incorporación a la nueva realidad, tienden asimismo a erosionar las bases orgánicas del partido exiliado. Por otro lado, pueden ser sumamente ricas y fructíferas las nuevas experiencias políticas, culturales e ideológicas del segmento exiliado para el enriquecimiento del partido interior, siempre y cuando sean asumidas correctamente según las características propias del país de origen. El retorno al país significa otro desafío para la capacidad integradora del partido frente a la realidad escindida, donde debe reconocerse que no importa el escenario desde donde se combatió a la dictadura.

¿Movimiento o partido? El Peronismo

En la primera parte el autor realiza una descripción del tipo de partido político, elitesco y desmovilizante, que organizan los sistemas políticos, sociales y económicos de América Latina dominados por las oligarquías o las burguesías, según el grado de desarrollo de las fuerzas de producción de cada país, y afirma que, como alternativa ante estos sistemas cerrados, aparecen los \"movimientos\" como cauce para la expresión de las masas populares, los cuales asumen una necesaria actitud de heterodoxia formal y de antipartido elitista. A continuación señala los lineamientos generales de estos movimientos. En la segunda parte sitúa al peronismo dentro de los \"movimientos\" y describe sus especificidades organizativas e históricas poniendo de manifiesto la utilización alternativa de la forma de \"movimiento\" y de \"partido\" (aunque ésta lo sea con características muy peculiares) que aquél realiza según sea el objetivo a alcanzar. De ello concluye que la alternativa movimiento o partido tiene para el peronismo mucho de aparente pero, de todos modos, la forma de partido que en su caso puede ser pensada no tendrá nada en común con las organizaciones del sistema descritas en la primera parte. Finalmente, plantea que la resolución de dicha alternativa, en caso de ser necesaria, no podrá ser meramente especulativa pues dependerá de los objetivos y del contexto en que deban moverse las masas populares argentinas en su lucha por la reivindicación social y la liberación nacional.

Partidos políticos y sindicatos: ¿Competencia o solidaridad?

Este trabajo presenta algunos problemas y desafíos que el proceso de democratización plantea al sindicalismo, a los partidos políticos con arraigo en la clase trabajadora y a las formas de relación entre ambos. Las reflexiones se basan en la traumática experiencia de ambos actores, dado el modo de entronización del autoritarismo en la sociedad chilena y la lucha que han librado por la recuperación de la democracia. Es esta experiencia la que ha puesto al descubierto las debilidades estructurales históricas del movimiento sindical chileno y su fortaleza en cuanto actor político nacional, así como los problemas que derivan del carácter de organizaciones de masas que tuvieron los partidos políticos y que tendrán que reasumir, renovando su forma de hacer política en el proceso de transformación del autoritarismo. El trabajo postula que tanto la forma de intermediación de la acción política del movimiento sindical asumida por los partidos políticos y su concentración en la esfera estatal, durante el anterior régimen democrático, como la actual intermediación del movimiento social, en especial del sindicalismo, para la subsistencia del quehacer partidario durante el régimen militar, tendrán que transformarse para construir y dar estabilidad a un nuevo orden democrático. El reconocimiento de la naturaleza, los roles y espacios propios de los sindicatos y partidos, son factores constitutivos y constituyentes de una democracia revalorizada y dinámica.