Aunque en América Latina el empleo «clásico» nunca fue la norma para la mayoría de la población –de allí el uso de nociones como «marginalidad» o «informalidad» para captar estas «anomalías»–, eso no quita que las transformaciones económicas, técnicas y productivas hayan tenido un fuerte impacto regional. Hoy, el paisaje laboral latinoamericano sigue teñido por la inseguridad social, la exclusión y la fragmentación, en el marco de una amplia gama de trabajos precarios, inseguros, flexibles, no decentes o atípicos, según los adjetivos que se emplean para intentar definirlos desde una pluralidad de enfoques teóricos.A partir de estas premisas, Nueva Sociedad retoma uno de sus temas «clásicos» de reflexión a escala latinoamericana. Y en este número se propone abordar la multidimensionalidad del trabajo en una nueva vuelta de tuerca analítica y empírica que permita captar las realidades del mercado laboral en el subcontinente. El análisis resulta especialmente oportuno cuando diferentes variantes progresistas ya han concluido al menos una gestión de gobierno y en algunos casos, dos o más.
Nueva Sociedad
232
— Marzo - Abril 2011
Las realidades del trabajo en América Latina
(Nueva Sociedad 232 / Marzo - Abril 2011)
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