Las protestas del 11 de julio de 2021 tuvieron muchos significados para la sociedad cubana. También los ha tenido para el mundo del derecho. A las manifestaciones, mayormente pacíficas, que se realizaron en decenas de ciudades del país, el gobierno les dio una respuesta jurídico-política punitiva -con largas condenas de cárcel- que ha zarandeado la precaria legitimidad que la legalidad y el Estado de derecho conservaban en Cuba.