La autodenominada Generación Z movilizó el 15 de noviembre a varios miles de personas, con perfiles, edades y reclamos muy diferentes. Pero lo que sus organizadores imaginaban como una ola imparable, motorizada por una multiplicidad de reclamos, se ha pinchado en la segunda convocatoria. ¿Qué hay detrás de este movimiento que busca desafiar a una presidenta con 70% de popularidad?