La normalización de las relaciones
entre Washington y La Habana
marcó un punto de inflexión en medio
siglo de tensiones y enfrentamientos
en el marco de la Guerra Fría. En
estos años, muchas cosas están
cambiando en la isla; sin embargo,
el descongelamiento de los
vínculos con el vecino del Norte
ha tenido como efecto, en apariencia
paradójico, una ralentización del
proceso de reforma en el interior de
la isla. Son variados los temores de la
elite política frente a una aceleración
descontrolada de los cambios,
pero, al mismo tiempo, la reforma
no parece tener vuelta atrás.