En tiempos de WikiLeaks, de Edward Snowden y de los laberintos del big data, ¿qué pasa con la libertad de prensa y de información, y en particular, con el periodismo de investigación en su función de vigilancia contra las prácticas más oscuras de los poderes públicos y privados? ¿Hasta dónde figuras como el desacato o el «linchamiento mediático» limitan el poder de denuncia ciudadano frente a los gobernantes? Una comparación entre dos países lejanos y con gobiernos de signo ideológico opuesto –Hungría y Ecuador– ofrece elementos de reflexión que permiten ampliar el debate sobre medios, gobiernos y democracia.