El sistema político mexicano está en crisis. Las reglas del juego escrito y no escrito están siendo cambiadas. El país está viviendo una reforma política de profundos alcances, iniciada por el presidente actual, José López Portillo, a escasos diez meses de haber asumido la responsabilidad del poder ejecutivo. La reforma política planteada por el presidente, implica una reordenación de todos los elementos operativos y electorales que regulan el comportamiento del propio sistema. Desde hace tiempo se conoce el origen de la crisis, y por ahora se desconoce el alcance que la reforma puede llegar a tener. Se puede especular, pero no se puede medir el comportamiento futuro de la sociedad política mexicana. Por esta razón, las reflexiones contenidas en el presente trabajo, más que perfilar y caracterizar el sistema político mexicano, tienden a explicar parte del proceso político de renovación más importante que se haya procurado para el país.