Unos meses antes de iniciarse la campaña electoral, que se prolongará hasta el primer domingo de febrero de 1998, fecha en la que se elegirá un nuevo presidente de la República, la situación de Costa Rica provoca algunas interrogantes, tanto desde el punto de vista económico como político. En el plano económico, la situación es de virtual estancamiento. Las estimaciones para 1996 señalan prácticamente cero crecimiento: 0,5% con respecto al año anterior, que también había sido insuficiente. Mientras tanto, el déficit fiscal consolidado creció de nuevo, para situarse en alrededor del 4% del PIB, sobre el telón de fondo de una elevada deuda interna estimada en el 23% del PIB.