La «hibridez» de una cultura popular que se desarrolla por desplazamiento, yuxtaposición o la mera velocidad de su transmisión ha producido un nuevo conjunto de problemas para el analista, así como nuevas configuraciones culturales. En este artículo voy a discutir dos de esas configuraciones: el resurgimiento de «lo popular como nostalgia» en las nuevas representaciones de la latinidad, y la aparición de lo híbrido y lo subalterno como reemplazos de lo popular en, entre otros asuntos, las discusiones sobre la representación. Quizá podamos captar mejor el potencial perturbador que a veces se le atribuye a lo popular en momentos cuando, en los márgenes y en la periferia mundial, el discurso de la Ilustración pierde su vigor explicativo.