En El Salvador, 9% de la población vive en la pobreza extrema con menos de un dólar diario mientras más de 50% de la basura es de origen orgánico. No todo ese porcentaje es alimentos pero basta compartir la jornada con los pepenadores que viven apostados en el camino que conduce al mayor relleno sanitario del país para ver que en la basura hay muchísima comida desperdiciada, desde bolsas de papas fritas, masa para pizza y botellas de soda selladas, hasta huevos y barriles con pollitos vivos.