El catolicismo comienza a adquirir otros rostros en el continente, debido a los nuevos tipos de relación entre Estado, sociedad y grupos religiosos. Cambios relacionados con el contexto social y simbólico y con los nuevos tipos de demandas religiosas. Estas formas actuales pueden ser analizadas como un retroceso frente a posturas de avanzada - básicamente en lo social - de décadas anteriores, o ser vistas, también, como nuevas respuestas frente a la demanda de lo sagrado. Las religiones también cambian.