La seguridad es sistémica, y por lo tanto depende en igual medida de la nutrición, la inteligencia colectiva, la capacidad tecnológica, el desarrollo de la economía, la estabilidad política, la integración social y la equidad además del poder militar. Para lograr tales equilibrios el Estado debe ser flexible, eficiente, eficaz, selectivo y austero, y adecuar y modernizar sus estructuras, sobre todo aquellas que conforman la administración pública, de la cual las instituciones de la defensa nacional son parte importante.