El anuncio realizado simultáneamente a las 12 del mediodía del 17 de diciembre de 2014 por los presidentes de Cuba y Estados Unidos, Raúl Castro y Barack Obama, sobre el acuerdo para comenzar el largo proceso de normalizar sus vínculos bilaterales, tras 18 meses de negociaciones secretas, fue tan inesperado para la mayor parte de los analistas internacionales como trascendente para la historia de las relaciones internacionales contemporáneas. Sus repercusiones se harán sentir en el corto, mediano y largo plazos, en el conjunto del espacio interamericano.