Singular es la situación del Paraguay con respecto a este problema en el sombrío panorama de América Latina, entre los países más castigados por el drama del exilio de sus hijos. En el recuento de estas diversas formas de exilio, internas y externas, de los exilios que se producen en el Paraguay, habría que comenzar por los que sufrió el país mismo a lo largo de sus cuatro siglos de historia marcada por segregaciones territoriales, por migraciones y emigraciones masivas, por verdaderos éxodos; entre ellos, el de sus naturales indígenas, el primero, luego de la expulsión de los jesuitas (1767), que fue a su vez el primer destierro en masa de extranjeros en el Paraguay colonial.