Autor

Antonio García

Publicaciones de Antonio García

Documentos | NUSO Nº 6 / Mayo - Junio 1973
La crisis y la política en la Universidad Nacional (Colombia)

Señor Presidente: Me dirijo a S.E. no sólo en razón de su elevada investidura y de la necesidad de que se aborden los problemas fundamentales que pesan sobre el presente y el futuro de la Universidad colombiana, sino considerando la absoluta ausencia de una estructura democrática en la Universidad del Estado que haga posible el diálogo, el debate académico y la vigencia de unas reglas universitarias del juego. Si el Consejo Superior Universitario está formado, exclusivamente, por funcionarios o agentes designados por S. E. o por el Rector de la Universidad Nacional - excluyendo rigurosamente toda representación democrática de los estamentos universitarios - obviamente el mencionado Consejo carece de la representatividad y su naturaleza es la de una agencia política de la Presidencia de la República. Es, desde luego, un instrumento de poder, pero no un organismo que legítimamente pueda asumir la conducción académica de la Universidad del Estado. No funcionando ninguna legalidad auténticamente universitaria y académica y estando dotado el rector de la Universidad Nacional de facultades discrecionales, con el objeto de que la Universidad y la cultura participen de la situación de un país en estado de sitio desde hace 25 años la única ley vigente es la decisión política que adoptan el Ministro de Educación y el Rector, de acuerdo con sus concepciones personales o en aplicación de unas reglas de juego directamente emanadas de la Presidencia de la República. El hecho de que la Universidad del Estado resulte una simple agencia cultural y política del Gobierno, no sólo define la responsabilidad de V. E., sino el sentido Intimo de la política de sectarización y violencia que actualmente se aplica en la Universidad Nacional, con el pretexto de restablecer el orden, la disciplina y el espíritu de trabajo. Si estas formulaciones tuvieran un sentido académico, se habrían fundamentado en un debate abierto dentro de la Universidad misma - con el objeto de definir el tipo de Universidad que necesita Colombia para resolver los problemas de su desarrollo económico y social - y no se habría limitado a instrumentar una política inquisitorial sólo comparable a la que destruyo, implacablemente, las conquistas de la Universidad Liberal a partir de 1950...