Para nadie es un misterio que, del conjunto de factores que contribuyeron a la caída del Gobierno Popular en Chile, el económico fue uno de los más importantes. Incluso un miembro del Secretariado del PC francés, pocas semanas antes del golpe del 11 de septiembre, hizo referencia a las dificultades políticas que derivaban de una situación económica francamente deteriorada. A partir de tal deterioro, le resultó relativamente fácil a la derecha generar un clima de caos y descontento político, especialmente al nivel de los sectores medios - que, dicho sea de paso, inicialmente habían apoyado en una cierta medida al Gobierno Popular - y reclutar una amplia base de masas para su estrategia golpista.