América Latina y el Caribe se ven sometidos a las nuevas transformaciones de la economía global, con dos tendencias básicas: una liberalización y ampliación del comercio en el interior de los bloques económicos (o como resultado de acuerdos bilaterales), y un incremento del proteccionismo frente a los otros bloques. Muchos países de la región han sido, en la práctica, excluidos de tales proyectos, viéndose forzados a planificar sus propias alternativas de desarrollo. En algunos casos el debate ya se enfrenta a este dilema.