mayo 2017
¿Qué le pasa a la izquierda chilena?
Tanto la centroizquierda oficialista como la izquierda representada por el Frente Amplio deben atravesar un panorama complejo de cara a las elecciones. El modelo económico neoliberal y el sistema político están puestos en debate.
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1.
Esto no es una novedad. La crisis de la democracia liberal-representativa –colocada muchas veces como único modelo de democracia válido– está presente también en muchos otros lugares del orbe. Se expresa, entre otras cosas, en el descrédito de las elites de poder, en decisiones populares sorpresivas y en la aparición de liderazgos inesperados. No podemos aquí entrar en este punto crucial.
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2.
Existe mucho votante que dice: prefiero a quienes son los creadores de este sistema y saben manejarlo en orden, a una coalición que dice criticarlo y continuarlo al mismo tiempo, que quiere reformarlo, pero que está «desordenada» en su manejo político cotidiano.
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3.
Al respecto, son contundentes los textos de Edgardo Boeninger, así como los de Enrique Correa o Eugenio Tironi. Para una mirada crítica «desde adentro» de esa coalición, v. Humberto Vega, En vez de la Injusticia, Debate, Santiago de Chile, 2007. También pueden verse los trabajos críticos de Fernando Atria, Carlos Pérez y Alberto Mayol, entre otros.
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4.
Como es sabido, la derecha chilena, como tiene claros su norte y sus intereses funcional-sistémicos y de clase, tiene siempre más facilidad para agruparse rápidamente tras un candidato en común. Aunque hay que mencionar que, por primera vez, emergen nuevos movimientos políticos que van más allá de sus dos partidos típicos: la Unión Democrática Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN). Estos nuevos movimientos pueden situarse o más a la derecha o más a la «izquierda» de esos dos partidos y aunque lleven candidatos en la primera vuelta, en la segunda ya se sabe a quién apoyarán (entre esos movimientos están Amplitud, Evópoli, Ciudadanos). De hecho, ese sector realizará primarias el próximo 2 de julio, en las que se enfrentarán Piñera –quien corre con las mayores posibilidades-, Manuel J.Ossandón (RN) y Felipe Kast (por Evópoli).
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5.
Allí están Revolución Democrática, Izquierda Autónoma, Movimiento Autonomista, Partido Igualdad, Partido Humanista y Partido Ecologista entre otros, coordinados con algunos movimientos sociales (como el llamado Frente No+AFP).
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6.
Este será un tema importante, en particular de cara a la segunda vuelta. En primera vuelta tendremos dos candidatos de la NM (Carolina Goic y Alejandro Guillier) y uno del Frente Amplio, más otros independientes, en lo que podemos llamar espacio de izquierda y centroizquierda. ¿Habrá acuerdos para, en una segunda vuelta –si es que la hay– apoyar al candidato contrincante de la derecha más votado? Por ahora esto es un misterio.
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7.
Por ahora no resulta predecible lo que ocurrirá con la NM después que la DC ha decidido llevar candidata propia a primera vuelta. Hace ya tiempo que un sector de ese partido se siente «incómodo» con el ala izquierda de su coalición, en particular, con la presencia del Partido Comunista. Todo lo cual no deja de resultar extraño en tiempos de posguerra fría. Al parecer, algunos en el Viejo Mundo y también en el Nuevo se resisten a asumir su conservadurismo liberal y lo disfrazan con la búsqueda de «chivos expiatorios».
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8.
El ex-presidente está siendo investigado por una serie de situaciones irregulares ocurridas durante su mandato y que hacen referencia a manejos de inversiones e informaciones, por decir lo menos, poco éticas.