A lo largo de este trágico año, en el cual se suman mas de 1.800 víctimas asesinadas en el transcurso de los primeros diez meses, un número todavía no establecido de exiliados políticos y sindicales que rebasa el centenar; veamos como se mantiene el sistema político guatemalteco dentro de los cánones que lo han caracterizado en las últimas décadas, o sea, a través de una de las más crueles represiones de América Latina; y, en donde el consenso y la aceptación de las autoridades es un hecho ajeno a nuestra realidad.