La crisis energética conduce al ecodesarrollo
Nueva Sociedad 87 / Enero - Febrero 1987
Pese a constituir un episodio relativamente reciente (1973-1979 aproximadamente), en los últimos años se ha suscitado cierta confusión alrededor de la verdadera naturaleza de la llamada "crisis energética". Como es bien sabido, ésta logra su apogeo a raíz del alza - casi cuadruplicación - de los precios petroleros ocurrida en octubre de 1973. Sin embargo, desde fines de la década del setenta, algunos países de la OPEP comenzaron a confrontar serios problemas derivados de un desordenado manejo de sus finanzas y, sobre todo, de los enormes desequilibrios en que desembocara el sector externo, agravados por el hecho contradictorio de haber asumido una estrambótica deuda externa justamente en los años de mayor bonanza causados por los crecientes ingresos aportados por sus exportaciones petroleras. Pero esta situación se agudizará en 1984, cuando se acentúa la caída de los precios petroleros que habían tenido su primera baja significativa en mayo de 1983. Y ya para fines de 1985, estos precios se lanzan por un plano inclinado hasta situarse en el mes de marzo de 1986, en algunos casos, en ocho o nueve dólares por barril. Un descenso tan catastrófico (según la variedad de crudos y de países de hasta 25 dólares), tuvo que influir determinantemente en el juicio que sobre esta crisis se tenía en aquellos países de la OPEP con una elevada deuda externa.