Igualdad y autonomía. Una relación democrática entre hombre y mujer
Nueva Sociedad 78 / Julio - Agosto 1985
No siempre hubo estructura patriarcal de la familia, el tenerlo presente es clave para comprender e interpretar los hechos que distinguen la evolución de la especie humana. Como los fenómenos históricos y sociales no se producen por determinismo, la eliminación de mitos y prejuicios en relación con la procreación, las relaciones sexuales, los roles del hombre y la mujer tanto en la familia como en la sociedad, son importante contribución a una sociedad donde la mujer sea respetada no por ser madre únicamente y donde se elimine de una vez por todas el estereotipo de la mujer débil, sumisa, frívola y emotiva y el del hombre fuerte, dominante, agresivo y cruel; a una sociedad donde todos los niños lleguen al mundo como hijos deseados por un padre y una madre que respetarán sus individualidades y donde en los vínculos de pareja se impondrán motivaciones esenciales y no las derivadas del consumismo, las inhibiciones y los tabúes.